mayo 12, 2006

¡ NOS VEMOS EN EL INFIERNO !



Me parece que esta disertación llega un poco tarde, ni hablar. Hoy andaba por ahí y compre el nuevo disco de Moderatto, que sí, me gusta mucho, me hace querer poner señal de cuernitos y por sobre todo, me divierte.

Yo se que hay muchos fans de la distorsión que los odian, pero vamos a analizar a Mick Marcy y sus compadres desde diferentes ópticas. Bueno, bueno, antes que nada...Jay de la Cueva, si ni modo, era un Microchip, un güey como Diego Schoening o Kalimba, pero hay algunas cosas que reconocerle: su gigantesco talento para tocar cualquier instrumento musical (vamos por lo menos los que tienen que ver con el rock, no se si toque la tuba); su manera de hacer cierto aquella babosada de que "el rock es un deporte, practiquenlo", vamos el güey le ha pegado a algún traste desde que tengo memoria (el bajo en Microchips, la bataca en las Víctimas y Fobia, madre y media en Titán, y bueno la lira en Moderatto) y por último, su innegable voluntad de convertir un cuerpo de 1.45m en atractivo para las muchachas.

Algunos hardcore rockers (a los que después de algunos vodkas en el Bulldog he visto entonar palabra por palabra No podrás de Cristian Castro), se quejan de que vendan tal cantidad de discos con mamadas del tipo Muriendo Lento, pero la verdad es que la mayoría de la gente no entendió el chiste nunca, elaborando; Moderatto surgió como una parodia a dos corrientes musicales: el Hair Metal (que a mi es lo que más me prende) y la música pinchita de Televisa de los 80s y 90s.

El primero, fue la conclusión lógica a toda la parafernalia del Metal de los setentas, que se había vuelto cosa de virtuosismo y escenarios en flamas con temáticas medievales; una vez que los empresarios a cargo del metal descubrieron más o menos con el Pyromania de Def Leppard, que atraer a un público femenino seguidor de un güey ojete pero sensible, sensible pero desmadroso y desmadroso pero ojete, era uno de los negocios más rentables, logicamente desembocó en gueyes maquillados, vistiendo spandex, con pirotecnia pero rolas chidas; la segunda fue una triste realidad para nuestro país durante décadas de Raúl Velasco presentando horrores tipo Yoshio o Lara y Monarrez. ¿Qué podría ser más ridículo que Bret Michaels cantando Ganador de Parchis?... buen gag!

Pero una vez más, esto es mi México del alma y una vez que toda la fanaticada de Belinda conoció a la banda, pues valió madres. No sólo no entienden el chiste, además creen que muchas rolas son originales de ellos; que Javi Moderatto nada tiene que ver con el bajista hinCHAdo de Fobia; que tienen una discografía extensísima, que efectivamente están realizando su gira de reencuentro con México y que son medio gringos por su forma de hablar.

A mí lo que podría disgustarme, es que alguien venda miles de discos con covers, pero vamos, así es el negocio de la música actual ¿Cuántos artistas en el mundo ya no se preocupan por hacer una sola rola nueva? ejemplos, muchísimos. Pero si yo tuviera un hijo, prefiero que escuche Moderatto y a lo mejor por ahí llega a mejores artistas o empuña el mango de una Gibson, a que compre un disco del imbécil de Nicho Hinojosa y sus pinches acordes del Guitarra Fácil o tenga un poster de alguna gatita de la Academia (aquí una joya de la música nacional: Yuri interpretando La Maldita Primavera, hitazo; veinte años después, Yuridia interpretando La Maldita Primavera, hitazo ¿queda claro?) y ya en un caso extremo, que sea fan del "Conde de Chalpatlahua".

Así que en vez de odiar el éxito de chiripada, voy a seguir detectando metal, head-bangueando hasta la torticolis y agradeciéndole a Moderatto tantas noches de vodka y empujones en el Bull.


1 comentario:

Cave Cane dijo...

A HUEVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!

KEEP ROCKING!!!!!!