julio 29, 2006

BACK TO THE BASICS.

No sé que es lo que pasa con mis jeans.

El punto, es que un par de pantalones de mezclilla me duran no más de un año; y con esto de los viajes con caminatas de tiempo completo, pues me levanté un día y sólo tenía dos... bastante pinches (ha de ser por eso que todavía están en buenas condiciones).

Total un buen día me fui de shopping vaquero. Primero entré a una tienda que en su nombre lleva la palabra jeans (es decir ¿qué espera uno encontrar ahí?) y tenían de todo: sudaderas, gorritas, lentes, encendedores, barbacoa, tamales, etc. menos...jeans ¿?.

No pasa nada, total esto es un mall gue' y esta es la ciudad más grande y con más opciones del país. Me dirijo a PEPE, que ya de por sí me causa desconfianza desde el nombre tan feo, pero ni hablar:

-¡Hola AMIGO ¿necesitas algo?
-Pues sí, vera uste'... ¡JEANS!
-Ah...tsss... mira AMIGO... lo que pasa es que estamos en limpieza y lo único que tenemos ordenado son pantalones de niña, pero si algo del desmadre que por malditos huevones tenemos tirado y hecho bolas, te sirve; pues con mucho gusto te lo vendemos.

Time out, time out... mejor voy a comerme un McFlurry, checo un par de CDs, y regreso con más calma.

BIENVENIDO A LA GRAN BARATA DE LIVERPOOL; en resumen (leáse en fast forward), llego, me gustan mucho un par de jeans, me imagino lo feliz que voy a ser de comprarlos con 40% de descuento, pido mi talla y... no, no, no, esos no son los rebajados, de hecho son más caros que un Tsuru II, y no hay mi talla.

Horas después y a punto de decidir que a partir de ese día iba a usar los pantalones de traje en todo momento, se me ocurrió darme una vuelta por la sección de Levi's, y pensaba: pues ni modo, peor es nada. ¡Coño! que menso he sido desde que abandoné al señor Strauss, no sólo me atendieron como dice el Know-How del capitalismo; me ofrecieron un par de jeans de mi talla (eso de ser chiquito tiene sus dificultades), tenía como quince tonos de tela, me presentaron un corte bien chido, y... tenían 40% de rebaja en todos los jeans, sin engaños, sin excepciones.

Yo no sé porque de repente tendemos a despreciar lo tradicional, si tiene tantos años es por algo; ahora tengo pantalones de mezclilla, que no son de telita delgaditita, que no tiene dibujitos estúpidos, que no tiene cortes maricones, que no me cubre todo el zapato, que no tienen la marca escrita con brillantina, que no son PEJE JEANS, que no tienen trabillas para el cinturón en donde solo cabe un mecatito... soy feliz: my eyes are opened.


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