Hace unos días Peluca consiguió una invitación para la premiere de El Gran Truco; la cita era ayer en un cine ubicado en Bosques de las Lomas a las muy oscuras 8 de la noche.
No llegamos.
La primera parte de culpa fue mía por no tomar en cuenta la sabiduría de mi Peluquita, y equivocarme en la ruta. Pero la segunda y más importante parte de culpa fue de varios cientos de hijos de la chingada que había bloqueado cualquier cantidad de calles en apoyo a la APPO. En un trayecto de 8km, hice dos horas de ida y dos de regreso, tiempo en el que como siempre, pude convivir con la educación, cortesía y buena leche de mis queridos hermanos capitalinos.
A mi me vale madres el perro desgraciado,cínico, criminal, pendejo e iletrado de Ulises Ruíz. A mi me importa poco que algunos imbéciles preparatorianos no tengan nada mejor que defender a una agrupación como la APPO, de la cual probablemente ignoran el origen priista. A mi me da igual si mañana amanece Andrés Manuel López Obrador vivo o muerto. Si cualquier día millares de mexicanos se meten a los Pinos y crucifican a Vicente Fox por incompetente y estúpido, me importa casi nada.
Yo lo único que quiero es que me dejen en paz, liberen a mi ciudad, se hagan efectivos en servicios, vialidades y seguridad los impuestos que puntualmente me cobra la secretaría de hacienda y ...¡me dejen llegar a la pinche función!
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