abril 24, 2007

WHILE MY GUITAR GENTLY WEEPS


Desde hace ya 20 años, cada vez que suena por ahí el riff introductorio de Sweet child o'mine, yo (y se que muchos de ustedes) no puedo evitar emocionarme, hacer guitarrita de aire, headbangear hasta que el cuello me duele, agitar mi escasa cabellera, brindar con todos y un sinfin de expresiones histéricas.

Pero hoy que venía echándole una hojeada al Silencio de Caifanes, me di de algo que sabía desde siempre; el rock mexicano tiene un riff mucho más histerizador, que es el que da introducción a No dejes que; en serio la carne se me pone chinita cada vez que el maese Marcovich ejecuta el tuin tuiii tuin ti tu tu tuin tuin ti tuuu tuin tuin tuin. ¡Ya hasta se me antojo un moradito enceguecedor del Bulldog!

PD. Si usted se reconoce en esta foto le mando un gran abrazo.




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